Un vino es una mezcla muy compleja; contiene
agua,
etanol,
azúcares, ácidos orgánicos, pigmentos (que le dan color) y otros
ingredientes. Los componentes volátiles que se encuentran en cantidad
considerable son precisamente el agua y el etanol, cuyos puntos de
ebullición son, respectivamente, 100,0 °C y 78,3 °C.
Materiales
1 matraz de fondo redondo, de 100 mL
1 cabeza de destilación
1 refrigerante de Liebig
1 alargadera
1 termómetro
1 probeta de 50 mL
1 soporte
pinzas de matraz, nueces u otras fijaciones
1 Calentador
Procedimiento
Deberá construir el aparato para poder destilar el vino, pero antes
de emprender ese trabajo, atienda a las indicaciones que se le harán
para ello. La figura muestra cómo van a quedar ensamblados el matraz
esférico y las demás piezas. Cerciórese de que lo ha entendido
completamente y después proceda al montaje. En particular, tenga en
cuenta estas observaciones.
1. Ponga en el matraz unas pocas piedras de ebullición (plato poroso)
que servirán para crear burbujas de aire en el seno del líquido a
destilar y así se producirá una ebullición sin sobresaltos; esto es, no
habrá sobrecalentamiento del líquido (temperatura del líquido por encima
de su punto de ebullición).
2. El termómetro debe situarse de tal manera que el bulbo quede
ligeramente por debajo de la salida hacia el refrigerante; así los
vapores que abandonan la cabeza de destilación, envuelven al bulbo del
termómetro y se puede medir bien su temperatura.
3. Por la camisa del refrigerante debe circular agua del grifo, que
ha de entrar por la tubuladura inferior y salir por la superior (así el
agua fría y el condensado circularán en contracorriente); hay, pues, que
conectar el refrigerante al grifo y al sumidero, mediante sendos tubos
de goma. Tras efectuar ambas conexiones, abra el grifo suavemente;
bastará con un pequeño caudal de agua.